Podríamos hablar durante horas de colores, texturas, degradados y motivos necesarios para diseñar cualquier tipo de material gráfico. Pero sería un error enorme olvidarnos de otro de los elementos que, al menos durante este 2018, va a tener un gran peso en el mundo del diseño. Hablamos ni más ni menos que de los espacios vacíos. Sí. Habéis leído bien. Dentro de un contexto en el que menos es más, hay que darles a las zonas desprovistas de motivos y estampados el papel que se merecen.

Los espacios vacíos contribuyen a crear sensación de espacio, y a su vez, contribuyen a resaltar los demása elementos del diseño, aquellos que sí vemos. Estos, al tener el especiao que necesitan, o como dicen los expertos, al “poder respirar”, cobran una gran importancia.

Este año, el minimalismo se impone a otras estéticas más recargadas, como el horro vacui o “miedo al vacío” y a cualquier influencia barroca o rococó. Es hora de dar importancia a los márgenes, a las líneas simples, a las vistas despejadas.

En 2018 parece que vamos a relajar la mente y optar por elementos más zen, por lo menos, en lo que a diseño gráfico se refiere.